¿Cómo saber si tengo miopía?

La miopía es un defecto refractivo muy común que afecta a un gran número de personas en todo el mundo. Se manifiesta principalmente como dificultad para ver con claridad los objetos lejanos, mientras que los objetos cercanos pueden visualizarse sin problemas. Esta anomalía refractiva puede afectar significativamente la calidad de vida de quienes la padecen, especialmente si no se detecta y trata a tiempo.

A menudo, las personas pueden ignorar los síntomas iniciales o simplemente asumir que una visión borrosa es algo normal. Sin embargo, reconocer los signos de la miopía y buscar atención profesional son pasos fundamentales para preservar la salud visual a largo plazo.

En esta guía completa, profundizaremos en los factores que pueden indicar la presencia de miopía, los síntomas más característicos y, los métodos utilizados para diagnosticarla. Con esta información, estarás mejor preparado para tomar las medidas necesarias para mantener una visión óptima. Así que empecemos.

Factores que determinan que tengo miopía

La miopía puede desarrollarse debido a una combinación de factores genéticos, ambientales y de estilo de vida. Aunque la predisposición genética juega un papel importante en la aparición de esta condición, otros elementos también pueden influir en su desarrollo. Aquí hay algunos factores clave que pueden aumentar las posibilidades de tener miopía:

Antecedentes familiares:

La influencia genética desempeña un papel significativo en la aparición de la miopía. Si uno o ambos padres tienen miopía, existe una mayor probabilidad de que los hijos desarrollen la condición. 

Los estudios han demostrado que los niños con ambos padres miopes tienen un mayor riesgo de desarrollar miopía en comparación con aquellos cuyos padres no padecen este defecto. Sin embargo, tener antecedentes familiares de miopía no garantiza automáticamente que se herede la condición, ya que otros factores también pueden influir.

Actividades de cerca:

El tiempo prolongado dedicado a actividades de visión cercana, como leer, usar dispositivos electrónicos y realizar trabajos detallados, puede aumentar el riesgo de desarrollar miopía, especialmente en niños y adolescentes en edad escolar. Este fenómeno se ha relacionado con el esfuerzo visual sostenido y la fatiga ocular. La falta de descansos visuales y la exposición insuficiente a la luz natural también pueden contribuir a este aumento en la incidencia de miopía en la población joven.

Entorno visual:

Factores ambientales, como el entorno en el que se vive y se trabaja, pueden influir en el desarrollo de la miopía. Las personas que residen en áreas urbanas densamente pobladas, donde la exposición a la luz artificial es predominante y el acceso al aire libre puede ser limitado, tienen un mayor riesgo de desarrollar miopía en comparación con aquellas que viven en entornos rurales con más oportunidades de estar al aire libre. 

Edad:

Si bien la miopía puede manifestarse en cualquier etapa de la vida, es más común que se diagnostique durante la infancia o la adolescencia. La aparición temprana de la miopía puede estar relacionada con el crecimiento y el desarrollo del globo ocular durante estos períodos de rápido crecimiento. Sin embargo, también es posible que la miopía se desarrolle por primera vez en adultos jóvenes o de mediana edad, especialmente si están expuestos a factores de riesgo ambientales o de estilo de vida y a actividades en cerca.

Si bien estos factores pueden aumentar el riesgo de desarrollar miopía, es importante recordar que la presencia de uno o más de estos elementos no garantiza necesariamente que se tenga esta condición. La confirmación por parte de un profesional especializado mediante un examen visual completo es fundamental para establecer un diagnóstico preciso y determinar en cada caso el tratamiento más adecuado.

Indicios de visión miope

Cuando se trata de identificar la miopía, hay varios indicios clave que pueden indicar su presencia. Estos indicios pueden variar de una persona a otra y pueden manifestarse de diferentes maneras. A continuación, se presentan algunos de los signos más comunes de visión miope a tener en cuenta:

Dificultad para ver de lejos:

Uno de los signos más comunes de la miopía es la dificultad para ver objetos distantes con claridad. Las personas con miopía pueden experimentar visión borrosa al intentar enfocar objetos que están más allá de una cierta distancia. Por ejemplo, pueden tener problemas para leer la pizarra o pantalla en el aula o para reconocer rostros en la calle. Esta dificultad puede ser más evidente en situaciones de poca luz o cuando se mira a objetos en movimiento, como automóviles en la carretera.

Fatiga visual

La fatiga visual es otro síntoma frecuente entre las personas con miopía. El esfuerzo adicional que los ojos deben realizar para enfocar objetos distantes puede provocar cansancio visual, dolores de cabeza y malestar general en los ojos. Esto es especialmente común al final del día o después de períodos prolongados de actividad visual intensa, como leer o trabajar frente a una pantalla. La fatiga visual puede interferir con las actividades diarias y afectar la calidad de vida de quienes la experimentan.

Entrecerrar los ojos:

Las personas con miopía a menudo adoptan el hábito de entrecerrar los ojos para intentar mejorar su visión. Este comportamiento puede observarse especialmente cuando están tratando de ver objetos lejanos con mayor claridad. Entrecerrar los ojos puede ayudar a reducir la entrada de luz y mejorar temporalmente la agudeza visual al reducir la cantidad de luz dispersa que entra al ojo. Sin embargo, esta técnica solo proporciona un alivio temporal y no aborda la causa subyacente de la miopía.

Necesidad de acercarse a los objetos:

Las personas con miopía pueden encontrar más cómodo acercarse a los objetos para verlos con claridad. Por ejemplo, pueden preferir sentarse en las filas delanteras en el cine o en el aula para tener una mejor visión de la pantalla. Esta preferencia por la proximidad puede ser una señal de que tienen dificultades para ver objetos a distancias más lejanas y puede indicar la presencia de miopía.

Cambios frecuentes en la graduación de gafas o lentillas:

Si experimentas cambios frecuentes en la graduación de tus gafas o lentillas, podría ser un indicio de miopía. La miopía suele progresar con el tiempo, lo que significa que es posible que necesites ajustes periódicos en tu corrección visual para mantener una visión óptima. 

Si notas que tu visión empeora rápidamente o que necesitas cambiar tus gafas con frecuencia, es importante consultar a un profesional de la salud visual para una evaluación completa.

Test de miopía: ¿Qué mide y cómo se realiza?

Si sospechas que podrías tener miopía, es importante someterte a una evaluación visual realizada por un optometrista u oftalmólogo. Estos profesionales pueden realizar varios tipos de pruebas para determinar la presencia y la cantidad  de miopía. Algunas de las pruebas más comunes incluyen:

Examen de agudeza visual:  Para medir la agudeza visual se utilizan optotipos, los cuales pueden ser letras, números o figuras. Cada test de optotipos se ha de utilizar a la distancia indicada y el paciente tiene que reconocer los optotipos más pequeños posibles desde la distancia convenida y en iluminación constante. Si la agudeza visual no es la esperada puede indicar la presencia de miopía. En el caso de no alcanzar la agudeza visual esperada, el especialista, irá interponiendo lentes delante del ojo, para conocer el estado refractivo del paciente y así determinar la cantidad de  miopía que tiene. Para realizar la refracción en la mayoría de los casos, se utiliza un foroptero.

Examen de fondo de ojo: Durante este examen, se examinará el fondo del ojo con un oftalmoscopio para detectar posibles anomalías en la retina, el nervio óptico u otras estructuras oculares. Esto puede ayudar a identificar cualquier complicación asociada con la miopía, como desprendimiento de retina o degeneración macular, sobre todo en aquellos casos en los que la miopía es elevada.

La miopía es un defecto refractivo común que afecta a millones de personas en todo el mundo. Identificar los síntomas de la miopía y someterse a pruebas de detección regulares son pasos fundamentales para mantener una buena salud visual. Si experimentas dificultades para ver objetos lejanos, fatiga visual visión borrosa o entrecierras los ojos con frecuencia, es importante consultar a un profesional de la salud visual para una evaluación completa.

Una vez diagnosticada la miopía, existen diversas opciones de tratamiento disponibles para corregir la visión y mejorar la calidad de vida. Ya sea mediante el uso de lentes de contacto, gafas, o cirugía refractiva es posible encontrar una solución que se adapte a tus necesidades y estilo de vida.

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