Tensión ocular: Qué es, cómo se mide y síntomas

La salud de nuestros ojos depende de un gran número de factores. Algunos de ellos se pueden controlar llevando una vida saludable y utilizando las medidas preventivas apropiadas, como utilizar gafas de sol cuando sea necesario o acudir a revisiones visuales de forma periódica para detectar posibles anomalías.

La tensión ocular o presión intraocular (PIO) es uno de esos factores que es importante mantener controlados y que hay que tener en cuenta a la hora de determinar nuestro estado de salud visual general.

persona haciendo gesto con el ojo

¿Qué es la presión ocular?

El ojo humano tiene una estructura similar a una esfera y contiene dos fluidos: el humor acuoso y el humor vítreo.

  • El humor acuoso: Es el que fluido que se encuentra, en su mayoría, en el segmento anterior del ojo, detrás de la córnea y frente al iris y cuya función es oxigenar todas aquellas zonas de la estructura ocular a las que no llegan los vasos sanguíneos, como el cristalino o la córnea. Circula continuamente y nutre los tejidos del ojo.
  • El humor vítreo: Es un fluido más denso que mantiene la forma del ojo en forma de globo o esfera, llena la mayor parte del segmento posterior del ojo, entre la retina y el cristalino.

¿Qué es la tensión ocular?

En un ojo sano, una pequeña cantidad de humor acuoso entra constantemente al ojo mientras que una cantidad igual de dicho fluido se drena. La mayoría se drena a través del ángulo de drenaje que se encuentra en el iris, esta salida de la misma cantidad mantiene una presión estable. Cuando la presión ocular se altera y aumenta la fuerza que el humor acuoso ejerce en el interior del ojo, se produce lo que conocemos como tensión ocular o hipertensión ocular. Es una afección del ojo que, si no se detecta a tiempo, puede causar daños relevantes en el nervio óptico y en los tejidos del ojo. Generalmente se considera que entre 10 y 21 mmHg es un rango de presión ocular normal, aunque puede variar según la edad, la raza, la salud ocular y otros factores individuales.

Esto, a su vez, puede desembocar en otras patologías del ojo más graves, como el glaucoma.

¿Cómo se mide la tensión ocular?

La medición de la presión ocular se realiza comúnmente durante un examen rutinario de los ojos y se expresa en milímetros de mercurio (mmHg). Por ejemplo, en los centros de Óptica & Audiología Universitaria, contamos con optometristas que pueden medir tu presión intraocular durante la revisión de la vista habitual y así asegurar que todo está dentro de los márgenes normales.

El optometrista utiliza un instrumento llamado tonómetro con el que mide la presión ocular. Si esta resulta ser superior a los 21 mmHg se considerará que hay hipertensión ocular y se aconsejará una visita al oftalmólogo para una revisión más completa incluyendo fondo ocular.

Es importante que la presión ocular sea monitoreada regularmente, especialmente en personas con factores de riesgo para enfermedades oculares, y así poder detectar cualquier aumento anormal en la presión y recibir un tratamiento adecuado si es necesario.

¿Cuáles son los síntomas de tensión ocular alta o hipertensión ocular?

Aunque podemos encontrar tensiones altas sin daño en el nervio óptico, una de las razones por las que es muy importante mantener un control regular de la tensión ocular es que no muestra ningún síntoma en los primeros estadios. De hecho, se puede dar el caso de tener hasta un 40% de nervio óptico dañado antes de empezar a notar alguna alteración en la visión.

Sin embargo, en algunos casos, la tensión ocular alta puede causar síntomas o molestias que pueden incluir:

  • Dolor ocular: Puede haber sensación de dolor o molestias en el ojo afectado, que puede ser descrito como una sensación de presión o dolor punzante.
  • Visión borrosa: La visión puede volverse borrosa o nublada, lo que puede afectar la claridad visual.
  • Halos alrededor de las luces: Pueden aparecer halos o anillos alrededor de las luces, especialmente durante la noche.
  • Enrojecimiento ocular: El ojo afectado puede enrojecerse debido a la presión elevada en los vasos sanguíneos oculares.
  • Sensibilidad a la luz: Puede haber sensibilidad a la luz (fotofobia) en el ojo afectado.

Algo que es muy importante tener en cuenta, es que todos estos síntomas pueden tener otras causas, diferentes a un aumento de la presión intraocular. Por ejemplo, la visión borrosa puede ser causada por algo tan sencillo como un ojo seco que se soluciona fácilmente con lágrima artificial.

No obstante, si notas cualquiera de estos síntomas, o varios al mismo tiempo, te recomendamos que acudas rápidamente a un profesional, ya que es preferible prevenir que encontrarse con daños irreparables en tu visión.

¿Qué puede causar tensión ocular?

La hipertensión ocular, o tensión ocular alta, no tiene una sola causa definida, pero por lo general, cada vez más expertos consideran que se debe al estrés oxidativo. Esto significa que las sustancias antioxidantes del cuerpo sufren un desequilibrio, favoreciendo las sustancias oxidantes o radicales libres.

Algunos de los factores de riesgo para sufrir estrés oxidativo son la edad, el consumo de tabaco, estar expuesto a altos niveles de contaminación ambiental o llevar una alimentación deficiente y poco equilibrada.

Además del estrés oxidativo, otras posibles causas de hipertensión ocular pueden ser:

  • Producción excesiva de humor acuoso: Si hay una producción excesiva de humor acuoso, puede acumularse dentro del ojo y aumentar la presión intraocular.
  • Drenaje inadecuado de humor acuoso: El humor acuoso normalmente se drena del ojo a través de una red de canales llamados ángulo de drenaje o ángulo iridocorneal. Si este drenaje se ve obstruido o no funciona correctamente, el humor acuoso puede acumularse y causar un aumento en la presión ocular.
  • Factores genéticos: La predisposición genética puede jugar un papel en la hipertensión ocular. Si hay antecedentes familiares de hipertensión ocular o glaucoma, es posible que se tenga un mayor riesgo de desarrollar hipertensión ocular.
  • Lesiones oculares: Lesiones oculares traumáticas, como contusiones o golpes en el ojo, pueden aumentar temporalmente la presión intraocular debido a la inflamación o alteración del drenaje del humor acuoso.
  • Enfermedades oculares: Algunas enfermedades oculares, como la uveítis (inflamación de la úvea), pueden causar hipertensión ocular debido a la inflamación del tejido ocular y alteraciones en la producción o drenaje del humor acuoso.
  • Medicamentos: Algunos medicamentos, como los esteroides o los corticosteroides, pueden aumentar temporalmente la presión ocular en algunas personas.

Como ya hemos comentado, la mayoría de las veces la hipertensión ocular no tiene síntomas visibles por lo que la prevención y hacerse revisiones oculares regulares es crucial para evitar problemas mayores.

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